¿Sabes cual es la sensación de haber viajado durante mucho tiempo y volver a un sitio, sentarte y pensar… “ya estoy en casa”? Esto fue lo que sentimos al abrir nuestras puertas el primer día, y así queremos que te sientas tú, “como en casa”.
¡Adelante, ponte cómodo/a!
NUESTRA VOCACIÓN, NUESTROS PACIENTES
En Podología & Biomecánica Rivas sentimos pasión por lo que hacemos, pero nuestra verdadera vocación, son nuestros pacientes. Desde los más peques hasta los más mayores. Nos gusta transmitir nuestro lado más humano desde el primer momento. Un trato cercano y profesional, es lo que nos define.
Dedicación hacia nuestra profesión, constante formación y actualización en las últimas novedades tecnológicas, pruebas diagnósticas y tratamientos personalizados. Todo para poder dar lo mejor de nosotros y crecer día a día a nivel personal y laboral.
SIEMPRE MAQUINANDO
Soñadora empedernida; no he terminado algo y ya estoy imaginando lo siguiente. Coleccionista de libros en formato papel. Levantarme temprano y dar largos paseos por el campo con mi fiel compañera de cuatro patas es una necesidad para desconectar, no sé qué haría sin ella.
CELIA
PODÓLOGA DE CORAZÓN
Al terminar la universidad comencé a especializarme en el campo de la Biomecánica. Pero fue un curso de confección de soportes plantares de la mano del gran Brain4feet el que me hizo cuestionarme muchas cosas. ¿Y si tratáramos desde el principio? ¿Los adultos de hoy, con tantas patologías, fueron niños y niñas explorados, diagnosticados y tratados? Y la pediatría llamó a mi puerta.
El Máster de Podología Pediátrica de la Universidad de Barcelona fue sólo el principio. Después llegó el Postgrado de Especialización en Pie Equinovaro y su tratamiento con el Método Ponseti, y me terminé de enamorar.
Sigo y seguiré formándome a diario porque soy adicta a la sensación que me recorre el cuerpo cada vez que consigo mejorar la vida de una persona.
ANDRÉS
LA MAGIA ESTÁ EN LAS MANOS
Lo más bonito de la Podología es que existen múltiples ramas en las que especializarse. Dentro de las mismas, tengo el corazón dividido. Me apasiona la Biomecánica, la Ortopodología y la Cirugía.
Crear tratamientos a medida para cada paciente con mis propias manos, pulir cada detalle transformándolo en la oportunidad de mejorar la biomecánica de cada paciente. En el taller, vuelvo a ser niño; experimento, creo, investigo todo tipo de materiales… Con la emoción de la primera vez.
Mi otro amor se llama Cirugía. En esta rama, no hay posibilidad de fallo, no existe capacidad de error y es de vital importancia la formación continuada y el exhaustivo conocimiento de la anatomía del pie. El día que terminé el Experto en Podología Médico-Quirúrgica del pie de la Universidad Complutense supe que había puesto el primer ladrillo de la que sería mi casa.
FURGO, PLAYA Y MONTAÑA
Metódico en mi día a día, ambicioso, pienso las cosas una media de mil veces antes de hacerlas. Fan de un largo viaje en furgoneta. Visitando playa y montaña, no podría elegir. ¡En buena compañía y con una buena paella al solecito, como buen Valenciano!
CELIA
PODÓLOGA DE CORAZÓN
Al terminar la universidad comencé a especializarme en el campo de la Biomecánica. Pero fue un curso de confección de soportes plantares de la mano del gran Brain4feet el que me hizo cuestionarme muchas cosas. ¿Y si tratáramos desde el principio? ¿Los adultos de hoy, con tantas patologías, fueron niños y niñas explorados, diagnosticados y tratados? Y la pediatría llamó a mi puerta.
El Máster de Podología Pediátrica de la Universidad de Barcelona fue sólo el principio. Después llegó el Postgrado de Especialización en Pie Equinovaro y su tratamiento con el Método Ponseti, y me terminé de enamorar.
Sigo y seguiré formándome a diario porque soy adicta a la sensación que me recorre el cuerpo cada vez que consigo mejorar la vida de una persona.
SIEMPRE MAQUINANDO
Soñadora empedernida; no he terminado algo y ya estoy imaginando lo siguiente. Coleccionista de libros en formato papel. Levantarme temprano y dar largos paseos por el campo con mi fiel compañera de cuatro patas es una necesidad para desconectar, no sé qué haría sin ella.
ANDRÉS
LA MAGIA ESTÁ EN LAS MANOS
Lo más bonito de la Podología es que existen múltiples ramas en las que especializarse. Dentro de las mismas, tengo el corazón dividido. Me apasiona la Biomecánica, la Ortopodología y la Cirugía.
Crear tratamientos a medida para cada paciente con mis propias manos, pulir cada detalle transformándolo en la oportunidad de mejorar la biomecánica de cada paciente. En el taller, vuelvo a ser niño; experimento, creo, investigo todo tipo de materiales… Con la emoción de la primera vez.
Mi otro amor se llama Cirugía. En esta rama, no hay posibilidad de fallo, no existe capacidad de error y es de vital importancia la formación continuada y el exhaustivo conocimiento de la anatomía del pie. El día que terminé el Experto en Podología Médico-Quirúrgica del pie de la Universidad Complutense supe que había puesto el primer ladrillo de la que sería mi casa.
ANDRÉS
LA MAGIA ESTÁ EN LAS MANOS
Lo más bonito de la Podología es que existen múltiples ramas en las que especializarse. Dentro de las mismas, tengo el corazón dividido. Me apasiona la Biomecánica, la Ortopodología y la Cirugía.
Crear tratamientos a medida para cada paciente con mis propias manos, pulir cada detalle transformándolo en la oportunidad de mejorar la biomecánica de cada paciente. En el taller, vuelvo a ser niño; experimento, creo, investigo todo tipo de materiales… Con la emoción de la primera vez.
Mi otro amor se llama Cirugía. En esta rama, no hay posibilidad de fallo, no existe capacidad de error y es de vital importancia la formación continuada y el exhaustivo conocimiento de la anatomía del pie. El día que terminé el Experto en Podología Médico-Quirúrgica del pie de la Universidad Complutense supe que había puesto el primer ladrillo de la que sería mi casa.
FURGO, PLAYA Y MONTAÑA
Metódico en mi día a día, ambicioso, pienso las cosas una media de mil veces antes de hacerlas. Fan de un largo viaje en furgoneta. Visitando playa y montaña, no podría elegir. ¡En buena compañía y con una buena paella al solecito, como buen Valenciano!
